Publicado por Yesus
Después de la tormenta,
tras el ruido que quiebra las piedras,
tras el ímpetu vendaval,
reposa, descansa, se mueve
ahí, su brisa suave,
ahí, le tienes, a la puerta,
su Susurro, agradable
a tu rostro, al sentido,
acariciando tu cabello,
para que le escuches
con el oído pegado
al corazón, y le hables
desde tu silencio.
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