Dedicado a mi esposa:
Cuanto más pequeños somos
más proclama Dios nuestra grandeza.
Tal vez sea en nuestra incertidumbre,
en la mayor desnudez y pobreza,
cuando Dios más alumbre.
Aunque sólo se vea
con los ojos
del
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El silbo de los aires amorosos
Dedicado a mi esposa:
Cuanto más pequeños somos
más proclama Dios nuestra grandeza.
Tal vez sea en nuestra incertidumbre,
en la mayor desnudez y pobreza,
cuando Dios más alumbre.
Aunque sólo se vea
con los ojos
del
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